sábado, 11 de septiembre de 2010

¿11 de Septiembre?



Hoy raramente me desperté temprano luego de una larga y extenuante jornada,
al abrir los ojos vi que el día presentaba una mañana luminosa,
al unísono el color septiembre se coló por entre medio de la seudo cortina de mi ventana,
dije: -que buena, el día está perfecto para salir a pedalear en la bici-,
pero inmediatamente recorde esta fecha: 11 de Septiembre.
Ahora, está claro que no el 11 de los gringos... para nada, recordé nuestro 11, nuestro oscuro 11.
Se cumplen 37 años desde el asalto a La Moneda y el término del gobierno de la UP,
pero más terrible aún, hace 37 años comenzó el largo periplo por la muerte y la desaparición,
donde cientos y cientos de compatriotas nos dejaron.
En manos de aquellos que impusieron una única manera de estar en este territorio, chilenos y chilenas fueron torturados, detenidos y/o desaparecidos tan sólo por creer que el mundo podía ser distinto al que conocían.
Hoy 11 de Septiembre 2010, escucho a generales excitados anunciando que los tanques y todo lo que tenga oruga volverá a desfilar en la "parada", escucho al "oficialismo" enviando proyectos de ley para sacar a 10.000 "efectivos" más de carabineros a la calle, escucho el grito de libertad de los mapuche en huelga de hambre y veo en general como la sociedad casi en su totalidad, ya no quiere saber mucho de lo que paso hace 37 años y tampoco de lo que ocurre hoy día.
Parece que tiene más importancia el Bicentenario y las lucecitas en La Moneda.


La verdad es que pienso y siento todas estas cosas y no puedo hacer algo más que "hacer" algo por mi país y sus gentes, al igual que los compañeros que ya no están pero que nos dejaron su legado de lucha y compromiso.
Si aún estuvieran con vida probablemente estarían solidarizando y haciendo algo para tumbar todo esto, junto con el pueblo, en el norte, en el sur y ahora incluso en la Isla de Pascua!.
Como pueden apreciar, esa luz de la mañana se puso tenue, el cielo se cubrió y este hermoso día para andar en bicicleta ya es puro recogimiento, odio y resentimiento, pero ya me lo había pensado de este modo, así que nada nuevo...
Ahora, saldré igual en cleta pero no para disfrutar del día hermoso de "primavera" sino que para mirar esta ciudad y ver como las barricadas emergen del asfalto, como la destrucción y la violencia comienzan a tener algo más de sentido, como el humo de neumático dibuja estrellas en la noche, en definitiva, observaré como se unen más almas a esta construcción de la memoria de nuestro país.
La invitación está ahí, sobre la mesa,
¿Se suma en este 11 o quiere esperar otra dictadura?, es más ¿de verdad quiere esperar a que termine el actual gobierno fascista, para "evaluar"?


Yo no aguanto más!
¿Y usted?


domingo, 1 de agosto de 2010

desde el sur otra vez

Teje,
entrecruza mis sueños con tus palillos,
proyecta tus manos con pasión,
lanas e hilos esperan vuestros destellos,
cuerdas y estrellas bailan al son de tus palabras de arpillera,
porque sos artesana como aquél de los besos,
porque sos costurera de sueños y viajes,
porque construyes abrigos de piel,
ropajes de fantasía y realidad
que cubren nuestros pies en el desfiladero de la cama,
ropajes que brindan frescura y novedad a nuestros cuerpos de invierno,
Teje,
obra como mariposa,
como hormiga en verano,
sigue cubriendo el mundo con el arte de tus palillos,
con el crochet,
con telares,
con zurzidos y costuras de amor,
teje con tus manos y tu palpitar,
teje con el alma y el intestino,
teje los días y la noches,
teje un encuentro onírico entre vos y yo,
teje las mantas del cariño y el respeto,
sólo teje y verás como perdura en ti el fruto de tu arte,
el arte de unir y atar,
el arte de anudar un beso,
un abrazo,
un ¡te quiero!

para este frío invierno
y los que siguen...

sábado, 12 de junio de 2010

Encapsulando el hálito

¿Cuándo los esfuerzos valen la pena?,
¿Acaso se puede hacer coincidir la voluntad con el amor, cuando uno así lo desea?
Parece que la razón coopta al corazón y viceversa,
y por más que el dolor sea nuestro enemigo, eso que rechazamos todo el tiempo,
siempre termina encontrándonos a la vuelta de la esquina.
Así es como lamentos y más lamentos,
vuelven de manera repetitiva y hostil,
castigan la rutina y ensucian el horizonte,
sin embargo, ¿conseguímos algo con lamentarnos?
ciertamente la queja alivia algo pero no resuelve todo en absoluto,
¿Qué hacer entonces?
Como se hace notar, hoy emergen más preguntas que sonrisas,
hoy se desnudan los fríos,
y los bolsillos comienzan a resguardar el alma,
para cobijarla entre silencios y distancia invernal.
Me parece que el tiempo puede decir algo, o no?
pero también es claro que los cirios deben ser encendidos por mi,
yo soy quien debe aprender a mirar nuevamente,
descubrir entre miedos, angustias ahogadas y vacíos de existencia,
aquello que vuelva a dar curso a las energías soterradas del hoy.
Tengo miedo, me aterra el mañana y me encantaría "desaparecer por un instante",
por lo menos, hasta que logre reconstruir la arquitectura de lo que quiero y deseo,
ya que en este momento -por el contrario- no quiero algo,
más bien, quiero poco,
quiero encierro y ataduras para no dañar,
para resguardar la integridad de ud.,
Entonces?
Clausura de lenguaje,
Cierre del pecho,
Obturarción del corazón,
Repliege corporal,
Encapsulamiento del alma.
No hay de otra y lo siento mucho,
la verdad lo siento.

domingo, 4 de abril de 2010

Hoy vi. (a Talcahuano... con amor)

Como nunca imagine,
hoy vi y lloré,
vi inmensos titanes de hierro y caucho fundido,
que ya no van más por alta mar,
tampco se cobijan cerca de piedras enormes y arena,
hoy esos titanes lucen extraviados,
buscando algún sentido sobre el asfalto que hoy los abraza con desdén,
ese no es su hogar!,
sus historias se tejen allá lejos,
no aquí entre autos y peatones,
hoy vi a esos titanes de hierro y caucho fundido,
y no comprendí por que aún no vuelven a su hogar,
quizás están aterrados,
o simplemete ya no desean volver a las noches agitadas de oscuridad,
ellos al igual que los peatones observan atónitos el horizonte,
huelen el ambiente putrefacto
y dejan que sus "dueños" los diagnostiquen,
como dando una pequeña señal de que volverán a empezar,
pero yo lo sé... me lo dijieron y seré reservado respecto a su futuro quehacer,
hoy vi esos titanes y con tristeza me susurraron,
hablaron de esa noche y de lo que vino después,
de la solitud y de la descomposición humana,
por suerte hoy están quietos,
por suerte hoy sólo contemplan la devastación,
pues, si se desprendieran de su terror, otra gaviota cantaría,
hoy los vi, y sentí esos titanes ya no ser tan titanes,
hoy son pequeños botes a la deriva,
ya no se entrometen con cardumenes,
ya no aseguran estabilidad al humano,
ya parecen ser chatarra,
pero aún en su oxidación diaria,
saben señalarme que nada es estable,
y que sólo el olimpo sabe que pasará,
frente a eso... sólo me queda seguir aquí sentado,
obervando el mar,
oliendo el dolor,
e imaginando la esperanza que implica seguir con vida.

viernes, 5 de febrero de 2010

Carnaval y Memoria




Un breve recuerdo de lo que fue el Carnaval de los 500 Tambores por la Paz en la Población La Legua 2009.

En esta versión el epicentro estuvo en La Legua Emergencia... sí, ahí donde los "narcos", el abuso policial, la violencia, los "choros", las balas y los autos del año conviven con el esfuerzo, el trabajo, la esperanza y la lucha diaria por un mundo distinto -mejor-.
Es extraño ver como la musica, el baile, el canto, los malabares y los colores pueden transformar un espacio. Aquel día La Legua se embelleció como nunca antes la vi: feria de organizaciones sociales en plaza Salvador Allende (frente a la San Cayetano), teatro infantil, luego un foro con profesionales, pobladores y organizaciones sociales de base, almuerzo, pasacalle hasta la "emergencia" y ahi el escenario central... musica popular, hip-hop, pachanga y cumbia para la alegria.
Un día sin duda muy especial, no hubo balas ni caras feas, los legüinos sabían que era su día y que quien estuviera ahí construyendo el mismo, era bienvenido. Los aplausos, los rostros de felicidad de niños/as, jóvenes y adultos eran la máxima satisfacción para quienes pusimos nuestro grano de arena en el Carnaval.
Seguramente hay que mejorar muchisimas cosas en el trabajo social y político dentro de La Legua, no cabe duda, sin embargo estas demostraciones del quiebre en la lógica muchas veces brutal y descarnizada de la "emergencia" demuestra que cuando hay trabajo, dedicación y apertura al bien común, colectivo y popular, las cosas resultan hermosas, llenas de energía y amor.

Un abrazo grande a la población que me acogió un año, a sus hombres y mujeres, a su trabajo y a su historia llena de experiencias que vale la pena conocer y rescatar, escuchando a la vecina de la panadería de Toro y Zambrano, al "Juanito" y la "Vanesa", a las tias del Jardín, al "Lulo" y al "Chico Jaime"... en fin, tanta gente que construye el mundo popular a pulso, con sudor, lagrimas, piteadas y combos; un mundo popular que le da sustento a nuestra cultura, a lo que somos hoy y a lo que seremos mañana: porque la memoria aquí persiste, molesta e inquieta, busca un punto de salida, divide y reclama; en definitiva, una memoria que vive y que no puede desaparecer... he ahí el desafío.

Sebastian Seguin Peña

miércoles, 3 de febrero de 2010

Chile 3* - Wall Mapu 0
O el espectador como imposibilidad.

Al igual que un importantísimo partido de nuestra querida selección chilena de fútbol –por la cuál, la mayoría es hincha sin mayores tapujos- hoy asistimos a un hecho que tiene todo lo mediático de un partido de la selección, pero que no entretiene ni menos implica un orgullo patriótico, sino que más bien, preocupa de sobremanera y exige a lo menos un interés por acercarse a comprender lo que está ocurriendo con suma urgencia, dada las características que determinan el mismo: me refiero al denominado “conflicto mapuche”.

Ahora bien, más allá de lógica panfletaria con la cual se suele visibilizar este conflicto social, lo central creo que es preguntarse: ¿por qué nos debe importar un fenómeno social como este?, cuestión a la cual yo respondería con un: ¿y por qué no? Si coincidimos en que un fenómeno social como este –el conflicto mapuche- es un problema social, todos y cada uno de nosotros, debería decir algo al respecto, informarse y asumir una posición frente a los hechos. Tal cual uno debería hacerlo frente a la situación de pobreza, exclusión, delincuencia, marginalidad, consumo de drogas, etc. en la cual gran parte de la población nacional se ve inmersa o al menos en relación con. En este sentido, parece ser que todos los ciudadanos chilenos siempre tenemos y podemos decir algo respecto a este tipo de problemáticas –pobreza, exclusión, delincuencia-, sin embrago, cuando aparece el conflicto mapuche, la mayoría hace una “finta” y el problema pasa por un costado, como si no existiera o no valiera la pena acercarse a el –tal como se asume una posición de adelanto u “off side”-.

Hoy en el sur de nuestro país (octava y novena región particularmente), se realizan constantemente allanamientos y ataques contra comunidades mapuches, con la brutalidad y el poder de fuego necesario para realizar un asalto militar a un campamento enemigo; dónde los más perjudicados dada la asimetría inherente al conflicto, son las comunidades y quienes las habitan: niños y niñas, hombres y mujeres, weichafes, werkenes, machis, lonkos, etc., los mismas que vivencian y padecen asfixias por gases, pérdidas de miembros de su cuerpo por impacto de perdigones, estrés y traumas psicológicos por detenciones realizadas con abuso de poder, por amenazas de muerte e incluso, torturas, al más puro estilo dictadura militar.

Claramente, el “Fair Play” para con los mapuches y sus comunidades no tiene cabida en los operativos que realiza carabineros, la PDI o el Ministerio Público, pues siempre hay en ellos una justificación judicial de por medio y además, lamentablemente, parece ser que da lo mismo si estos sujetos son habitantes de un territorio común; da lo mismo si ellos estaban en este lugar muchos años antes de que llegara el español; da lo mismo si los engañaron para comprarles sus tierras; da lo mismo que sigan muriendo comuneros; da lo mismo que la cifra de heridos aumente significativamente; da lo mismo que la UNICEF pida explicaciones; da lo mismo que la Corte Interamericana de DDHH se pronuncie; en definitiva, parece ser que da lo mismo que sean otra cultura (muy distinta a la nuestra) y que tengan demandas tan justas, como lo son para nosotros que baje el precio del pan o que se aumente el sueldo mínimo.

Los mapuches hoy, al igual que ayer, van perdiendo el partido, no por que no sean talentosos o estén mal dirigidos (no necesitan un Bielsa), sino que van perdiendo porque quienes estamos de espectadores en este gran encuentro que lleva más de 400 años, no hacemos nada. Sólo somos eso: espectadores. Aún cuando hay muertos, heridos y una institucionalidad ciega, sorda y muda, que no quiere (o no puede) hacerse cargo de una situación como ésta.

Los mapuches hoy no escuchan cantar y alentar a nadie dentro del estadio; dentro de el, los únicos que alientan son los rivales, pues para entrar al estadio hay que tener dinero y tiempo. Afuera del recinto, están quienes alientan y trabajan codo a codo para que las problemáticas se resuelvan: para que las tierras se devuelvan, para que nadie más pierda un ojo o reciba cien perdigones en una pierna, para que ningún niño vuelva a ser amenazado con tirarlo al vacío desde un helicóptero, para que las aguas no se sigan contaminando.

En buenas cuentas, nos debe importar el conflicto mapuche pues está aquí cerca, a no muchas horas de viaje, en definitiva, porque somos parte de un mismo territorio, porque en alguna medida todos tenemos algo de mapuche: recordemos que somos mestizos. Nos debe importar porque somos ciudadanos de este país de bicentenario, el cual en sus contradicciones y en su obsesión por el progreso, deja ver los problemas sociales que todos conocemos, por los cuales hay que hacer algo concreto y dónde el conflicto mapuche se yergue como uno central, que demanda más que espectadores, aguateros, utileros y kinesiólogos, aunque también: periodistas, paramédicos y abogados, entre otros. A mi juicio, sólo de esta manera se puede intentar dar solución a problemas como estos: haciéndonos parte del mismo, reconociendo que está ahí, que molesta, que preocupa y que por lo tanto, hay que hacer algo con el.

Sebastián Seguin Peña
Octubre 2009

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* El número 3 responde a algunos comuneros mapuches asesinados –lo más conocidos mediáticamente- en los últimos años durante enfrentamientos con Carabineros de Chile, a saber: Alex Lemún, Matías Catrileo y Juan Mendoza Collío.

domingo, 31 de enero de 2010

Do it


Cúbreme con tus ojos azúcar,
báñame con tu aliento sonriente,
deja a mis labios abrazar tu pecho,
y esta mano ahogar tu pelo,
aprieta mi carne y mis arterias,
que yo diseminaré tu perfume sobre la noche,
estremeciendo acordes, mar y versos,
entre ángeles y sabanas
que serán cómplices,
espejo frente a cielo y cordillera,
montañas que pongo en tus manos
que te pertenece desde ahora,
tal cual mi corazón,
por toda la vida.

Caelum, 2004

Despegue!

Estas son las primeras líneas de lo que será un "espacio" que se dibuja entre lo privado y lo público, entre lo íntimo y lo decible.

Por ahora, no hay mucho más que agregar, estamos en etapa de exploración respecto a lo que significa algo como esto, por lo tanto, esperamos que pronto existan noticias, escritos, imágenes y cosas por el estilo, para compartir con vosotros.

Buen día.